2021 ♦ 13ª Muestra Regional « MAM CHILOÉ

2021 ♦ 13ª Muestra Regional

13ª Muestra Regional de Arte Contemporáneo MAM Chiloé, desde el 16 de octubre hasta el 16 de diciembre.

Este año nos acompañan 5 artistas: María Inés Galecio que teje, borda y pinta el microcosmos del mar y del bosque; César Gabler que a partir del mundo del Comic, rinde un homenaje a su tío Germán, quien junto a sus estudios de química se dedicaba a dibujar historietas, y durante años nos entregó su versión del mágico mundo del agente 007; María Gabler, nos presenta “ANFIBIA”, resultado de un mes de residencia artística en el museo, premio que entrega cada año la Fundación CaSa; Valentina Mendiburo re-interpreta la nostalgia que evocan las fotografías de Gilberto Provoste, de la ciudad de Castro del ayer; Viviana Silva comparte con nosotros el registro de lo que fue su trabajo con las tejedoras de Lemuy, enalteciendo su artesanía a nivel monumental y por último presentamos la experiencia de nuestro departamento de mediación, realizada en forma virtual con escolares de la provincia que se encontraban aislados: ”Bitácora de un año muy raro”.

 

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César Gabler / Papel Bond

Esta exposición se inspira en una revista, una persona y una especialidad artística. La revista se llamó 007 James Bond, y circuló por Chile y el cono sur desde finales de 1968. Una revista de cómic –hecha por chilenos– centrada en las peripecias internacionales de un agente británico. El material que la inspiró era hijo de la literatura y el cine, aunque no necesariamente en ese orden. James Bond, un agente secreto creado por Ian Fleming, pasó a las pantallas del cine encarnado por el actor escocés Sean Connery (Q.E.P.D.). Connery no solo fue el modelo de muchos hombres desde entonces, fue literalmente el modelo en el que todos los dibujantes y portadistas debieron inspirarse para dibujar al agente en las páginas de la revista. La persona es mi tío Germán, el hermano menor de mi padre, quien junto a sus estudios de química se dedicaba a dibujar historietas. Mi padre lo animó y aconsejó treinta años antes de hacerlo conmigo. Mi tío fue más disciplinado. E infinitamente más exitoso. No solo aprendió a dibujar cómics de aventuras, con prolijo realismo, también se convirtió en un hábil guionista, superando –de paso– a mi padre, quien fue un consumado lector de novelas, y músico aficionado de jazz. Tal vez mejor lector de novelas que padre. Pero de eso ya no estoy seguro. La especialidad artística es el cómic –sin duda– y particularmente ese producido en equipo y con éxito irrepetible en el Chile de los años 60. La cantidad de publicaciones y las cifras de impresión en aquella década no parecen chilenas. Veinte mil, treinta mil o hasta setenta mil ejemplares de una edición, eran algo corriente. También la particular forma de trabajar, heredada quizás de la industria norteamericana: un trabajo en equipo que homologaba –en el arte narrativo– la eficaz división del trabajo ideada por Henry Ford. Una repartición de tareas que incluía guiones, letras, dibujos, colores y portadas. Durante el proceso de preparación de esta muestra, mi relación con la revista, la persona y la especialidad artística me condujo por caminos insospechados. Como mi tío hizo en 1968, leí las novelas de Fleming y descubrí los pensamientos de Bond. Los cómics de Zig Zag me sorprendieron con su mezcla de talentos y precariedades; de alguna forma –algo arbitraria quizás– establecí relaciones entre la literatura de Fleming y la historia de los siglos XVIII, XIX y XX.

James Bond dejó de circular bajo un dictado histórico en 1971. Zig Zag, la editorial que lo publicaba pasó a manos del Estado. Bajo el nombre de Quimantú, el gigante editor tomó los rumbos ideológicos de la Unidad Popular. James Bond, un agente del capitalismo y aliado estratégico de los Estados Unidos, no tenía lugar. En silencio, y tras 59 números, el agente abandonó el país.

 

María Inés Galecio Retorno

Retorno es el resultado de un proceso artístico que este año cumple 10 años y que comienza con mi tesis de pregrado: Orgánica. Es una investigación enfocada en el arte textil y en la memoria, principalmente arraigada al territorio, al paisaje, a los afectos y a Chiloé. Después de años de investigación observando el territorio y el paisaje desde lo afectivo, las especies nacientes de la mano del tejido y la memoria vuelven a su isla. Y habitan diferentes paisajes de Chiloé. Retornando y habitando.

Retorno contempla 8 especies textiles, trabajadas principalmente con tejido y bordado, evocando especies naturales híbridas, además de una serie de fotografías de las obras habitando diferentes paisajes de Chiloé; bordemar, campo, bosque, humedal. Estas fotografías además serán parte de una revista que se estará entregando durante la muestra. Se contempla además una novena pieza, un bordado del contorno de la isla grande de Chiloé.

Proyecto financiado por Fondart Regional 2021.

 

 

 

 

María Gabler ANFIBIA / Futuros diferentes: hacia otros imaginarios posibles

Chiloé es un lugar que históricamente se ha caracterizado por su particular arquitectura, basada en los materiales y condiciones climáticas del archipiélago. Me refiero al uso de la madera y a los pilotes, elementos emblemáticos en la construcción chilota, que permiten la convivencia de las construcciones con el agua y la humedad propia del lugar. En ese sentido me parece interesante que la arquitectura chilota es un ejemplo de adaptabilidad, de cómo las personas han sido capaces de crear un tipo de construcción determinada por la naturaleza del espacio que habitan y al mismo tiempo respetuosa con él. Mi proyecto para la residencia se basó en la observación y registro de esos elementos, con la finalidad de desarrollar una intervención que evidencie y rescate la idea de adaptarse. Al pensar en futuros diferentes e imaginarios posibles no puedo evitar cuestionarme la manera en que vivimos y nos relacionamos con el espacio aquí en la capital, desde una lógica de imponerse sobre el paisaje. En ese sentido me parece que la adaptabilidad es un aspecto que será esencial para repensar el futuro.

 

 

 

Valentina Mendiburo Registros yuxtapuestos

Esta muestra se inspira en la fotografía autodidacta de Gilberto Provoste, capturada en la isla a principios del siglo XIX. La obra propone –mediante un recorrido por la memoria emotiva– la rememoración del registro visual capturado por el fotógrafo en Castro, fusionado en un diálogo plástico y pictórico con el momento presente. Entretejiendo atisbos de recuerdo y consecuencia, se va propiciando la metamorfosis de aquel espacio físico de nuestra historia, rescatado e interpretado por medio de las artes visuales a través del registro patrimonial material e histórico del autor.

Pese a que Gilberto nació en Río Negro, región de Los Lagos, gran parte de su historia e imágenes se centran en Castro, lugar al que viajó en compañía de su amigo y fotógrafo itinerante Luis Jiménez. Provoste participó con Jiménez en el proceso de revelado de sus fotografías en su taller en Ancud, aprendiendo de a poco el oficio hasta convertirse en el responsable del proyecto que ambos compartían. Gilberto decide irse de Ancud debido a la alta competencia que existía en el rubro, migrando a la ciudad de Castro y desarrollando en aquel lugar la mayoría de los registros fotográficos que actualmente son el recuerdo vivo de la memoria de la Isla, previo a los incendios del 1936 y 1939 (Precolombino, 2016).

Registros Yuxtapuestos es una propuesta tanto en su resultado como en su metodología de elaboración, utilizando una variedad de recursos expresivos y técnicas de ejecución diversas, tanto análogas como digitales, fusionando el arte pictórico con recursos tecnológicos y nuevos materiales, produciendo así una secuencia visual y una narrativa que ilustra las etapas y procesos de elaboración necesarios para llegar al resultado de la obra final.

Viviana Silva Flores Tejer y destejer incertezas: una transmisión de saberes colectivos

Tejer y destejer incertezas: una transmisión de saberes colectivos, es un proyecto de difusión de las artes visuales que busca, a través de la realización de una publicación y de la exhibición de registros fotográficos y piezas audiovisuales en el Museo de Arte Moderno de Chiloé, divulgar y comunicar la obra Pescando Incertezas: Lemuy en las estelas del mar (2016-2018). Obra de arte colaborativa realizada en Isla Lemuy, Chiloé, junto a un grupo de artesanas, mediante una residencia de arte colaborativa del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

En dicha obra trabajamos sobre la historia y memoria local, los saberes ancestrales femeninos, los problemas que afectan al territorio, y la valorización del conocimiento popular-tradicional local. Con ello realizamos una instalación de arte contemporáneo basada en el tejido de fibras vegetales que quedó en el espacio público, en su propio contexto. Instalación textil-sonora que transmite estos relatos e historias, además de iluminar la isla por la noche. Sumado a ello, realizamos también videos que recuperan distintas visiones sobre los modos de habitar esta localidad, aportadas por sus propios habitantes, incluyendo una mirada crítica sobre la industria del salmón y la miticultura que ha colonizado su paisaje, visibilizando así los flujos del capital y la consecuente homogeneización cultural y destrucción medioambiental que afecta al territorio y su comunidad.

Para tejer y destejer incertezas, que se presenta este 2021 en MAM Chiloé, una serie de fotografías de la instalación y del proceso de construcción de la obra, más audiovisuales y el lanzamiento de la publicación mencionada, dan nueva vida a esta experiencia artística, buscando poner en valor y difundir públicamente el trabajo realizado en un momento en que la pieza comienza a desaparecer, como naturalmente debe suceder dada la naturaleza material de la misma.

 

Fue una idea gestada por el profesor de música Julio Veas, junto al área de educación del Museo MAM Chiloé, y materializada en un fanzine y afiche ilustrado por Sandra Marín. Este proyecto buscó promover un espacio de reflexión y encuentro entre estu­diantes de diferentes edades y familias de la Escuela Rural Artística de Molulco (Quellón) sobre su año escolar en pandemia.

Cada fanzine fue impreso y encuadernado por l@s mediador@s del museo: Ma­nuela Véjar, Gustavo Yañez y Paulina Munster, y enviado a la escuela junto a un set de materiales para intervenir. El fanzine-bitácora tuvo una duración de 16 días como sus páginas y, con ayuda de un grupo de WhatsApp, se invitó a es­tudiantes y apoderados a responder todos los días una página al azar, compar­tiendo sus hallazgos, respuestas e ideas a través de fotografías, audios y videos. Con esta experiencia, hemos comenzado una nueva etapa, realizando una iti­nerancia de la Bitácora por nuevos espacios que la re signifiquen, siendo nues­tro primer destino las y los estudiantes y familias de la Escuela Rural de Notuco en Chonchi.